Esperanza teñida

Creo que se me viene algo encima y no son los muros. No veo a nadie, pero escucho el movimiento, atolondrado movimiento de pasos, de muebles corridos de lugar. Sé que algo esta por pasar acá adentro. No son usuales tantos sonidos. Por el cuadrado diminuto de la única abertura hacia el exterior de mi celda puedo ver un pedacito de cielo; un poco más abajo, la punta de lo que parecen ser dos silos abandonados es todo lo que la realidad exterior muestra. Realidad amarreta, tacaña... pero segunro acá tienen todo pensado, nada librado al azar... y digo azar y me río. Mi esperanza está teñida de incertidumbre. Puede que lo pase en las próximas horas sea nada, sea intrascendente o sea todo lo contrario, dañino, inocuo e incluso mortal. El abanico de probabilidades es amplio. La ignorancia aún es mayor... veremos... Ustedes, caros lectores, no dejen de ayudarme... Con Penélope solíamos vivir cerca de muchos ríos que anudados como serpientes en celos desembocaban en otro río mayor, en una región de la provincia de los buenos aromas... ahora no puedo explicar... siento algo... las monot