domingo, 7 de octubre de 2012

Luz

Al fin puedo creer que alguien me lee, pues no lo se realmente. Han pasado tantas cosas desde el 19 de septiembre, casi un mes.. voy a relatar en la medida que mi cerebro me lo permita y con el mayor detalle que pueda lo que recuerdo desde entonces.
Luego de las torturas dejaron puesta la capucha sobre mi cabeza, calculo yo unas 24 horas. Solo sentía el cabello apelusado desepegarse de mi cabeza y asfixiando mi dificultoso respirar. Evidentemente hacen pruebas químicas con mi cuerpo introduciendo en el K3******** con la puta sopa gelatinosa. Al momento de ver algo de luz (siempre artificial) me di cuenta que no estaba en el mismo lugar. ME MUDARON. En esas 24 horas me revolvieron el estómago las curvas que me batieron de un lado para el otro dentro de una especie de camión o utilitario; a juzgar por el olor a grasa, madera y óxido podría tratarse de un viejo rastrojero. Luego me introdujeron en una especie de bolsa arpillera ajustada que, sumada a la capucha, era poco el aire que permitía colarse hasta mis pulmones. Mañatado, drogado y totalmente desorientado comencé a vomitar mientras la gravedad evidenciaba que estaba dentro de una avioneta. Calculo volamos seis u ocho horas. El tiempo encapuchado es relativo pues los segundos son interminables, una continua falla del cerebro por querer aferrarse al dolor.
Olía a café por doquier. El inconfundible aroma a granos de café que, evidentemente me rodeaba en el depósito de esta avioneta. El ruido del motor denotaba un avión pequeño, con hélices en ambas alas. Por un momento sentí mucho frío calculo yo al cruzar, posiblemente, por sobre la cordillera.
Tuve que alimentarme de mi propio vómito. Era eso o morir ahogado por él. De repente en luz fuerte y cálida sobre mi cabeza me hizo dar cuenta de que por primera vez, desde hace meses, tenía contacto con el sol, al menos, através de una tela. Pienso que viajé toda la noche.

Lo peor de la nueva celda es el espejo. Envejecí muchos años. Me robaron el tiempo... mi cabeza pelada, mis ojos rojos.. la palidez de mi rostros y mis labios cortados por la angustia... todo eso hacen de mi una piltrafa. Soy una porquería... sin embargo... algo todavía queda que no pueden sacar de mi. Mis secretos? lo que se? Dónde estas Penélope? donde mierdas estas...